No quiero perder la oportunidad de compartir contigo un resumen de lo que ocurrió durante esta semana en el Congreso de Consejería. El pasado jueves 23 de octubre de 2008 fue el cuarto día del evento. El conferenciante invitado fue el Pastor Carlos Mraida. El Pastor Mraida es uno de los mejores oradores que he escuchado por años y la palabra que Dios que trajo fue sencillamente espectacular. El tema que compartió con nosotros fue: Como Manejar Conflictos Matrimoniales Saludablemente.
Debo reconocer que como toda persona casada este es un tema que siempre procuro aprender. No porque me este entrando a las bofetadas con Melissa (¡a quien amo profundamente!) sino porque siempre el matrimonio es una experiencia de crecimiento de día a día.
Uno de los sub-temas que mas me impacto en la conferencia fue: Resolviendo Conflictos Matrimoniales antes del Matrimonio. En mis años de Pastor de Jóvenes Adultos Solteros (23-35 años) en mi iglesia siempre me sorprendió la cantidad de jóvenes que buscan casi al borde de la desesperación el príncipe o princesa azul que pudiera sacarlos de la angustia que vivían y los llevará a experimentar sensaciones de felicidad casi indescriptibles.
Esta expectativa es la que el Pastor Mraida llama: la expectativa idolátrica.
La expectativa idolátrica es la espera de que mi potencial o actual pareja llene el vacío que hay en mi corazón y provea la felicidad que estoy buscando.
Esta idea es un error y causa frustración porque debemos reconocer que:
Nos casamos para desatar nuestra capacidad de amar porque ya soy feliz. Cuando uno no es feliz en lugar de dar amor lo que hace es reclamar atención.
La riquezas, tener una buena pareja, tener un buen trabajo y muchas otras cosas que pudiéramos nombrar no te hacen feliz.
Hay un mal que he visto debajo del cielo, y muy común entre los hombres: El del hombre a quien Dios da riquezas y bienes y honra, y nada le falta de todo lo que su alma desea; pero Dios no le da facultad de disfrutar de ello, sino que lo disfrutan los extraños. Esto es vanidad, y mal doloroso.
Eclesiastés 6:1-2
La felicidad es un don de Dios.
Asimismo, a todo hombre a quien Dios da riquezas y bienes, y le da también facultad para que coma de ellas, y tome su parte, y goce de su trabajo, esto es don de Dios.
Eclesiastés 5:19
Tu felicidad es muy importante para ponerla en manos de otra persona. ¡El mejor día para ser feliz es hoy!
Debo reconocer que como toda persona casada este es un tema que siempre procuro aprender. No porque me este entrando a las bofetadas con Melissa (¡a quien amo profundamente!) sino porque siempre el matrimonio es una experiencia de crecimiento de día a día.
Uno de los sub-temas que mas me impacto en la conferencia fue: Resolviendo Conflictos Matrimoniales antes del Matrimonio. En mis años de Pastor de Jóvenes Adultos Solteros (23-35 años) en mi iglesia siempre me sorprendió la cantidad de jóvenes que buscan casi al borde de la desesperación el príncipe o princesa azul que pudiera sacarlos de la angustia que vivían y los llevará a experimentar sensaciones de felicidad casi indescriptibles.
Esta expectativa es la que el Pastor Mraida llama: la expectativa idolátrica.
La expectativa idolátrica es la espera de que mi potencial o actual pareja llene el vacío que hay en mi corazón y provea la felicidad que estoy buscando.
Esta idea es un error y causa frustración porque debemos reconocer que:
- Solo se puede dar lo que uno tiene. Hay parejas que son infelices porque creen que juntándose a otros van a ser felices.
- Algunos ponen su expectativa de felicidad en el futuro. Hay mujeres que piensan que el novio va a cambiar tan pronto se case o que ella lo va a hacer cambiar (o viceversa). Esto es hipotecar el presente pensando en el futuro.
- Poner la felicidad en manos de otra persona. Creen que si me caso seré feliz, que si mi pareja cambia seré feliz, etc.
- Creen que ya no hay esperanza para ser felices. Si fracasaron en alguna relación previa piensan que ya no podrán ser felices y en muchos casos le pasan factura de los eventos pasados a la nueva pareja.
Nos casamos para desatar nuestra capacidad de amar porque ya soy feliz. Cuando uno no es feliz en lugar de dar amor lo que hace es reclamar atención.
La riquezas, tener una buena pareja, tener un buen trabajo y muchas otras cosas que pudiéramos nombrar no te hacen feliz.
Hay un mal que he visto debajo del cielo, y muy común entre los hombres: El del hombre a quien Dios da riquezas y bienes y honra, y nada le falta de todo lo que su alma desea; pero Dios no le da facultad de disfrutar de ello, sino que lo disfrutan los extraños. Esto es vanidad, y mal doloroso.
Eclesiastés 6:1-2
La felicidad es un don de Dios.
Asimismo, a todo hombre a quien Dios da riquezas y bienes, y le da también facultad para que coma de ellas, y tome su parte, y goce de su trabajo, esto es don de Dios.
Eclesiastés 5:19
Tu felicidad es muy importante para ponerla en manos de otra persona. ¡El mejor día para ser feliz es hoy!