El próximo 7 de noviembre de 2008 estaré ministrando en la reunión del Ministerio de Jóvenes Adultos del Sendero de la Cruz. Estoy muy emocionado de conectarme y compartir con los jóvenes adultos que pastoreé desde el 2004 al 2007.
Durante este año 2008, luego de terminar nuestro tiempo de líderes de jóvenes adultos, han ocurrido muchas cosas maravillosas en nuestra vida que tal vez no podré mencionar ese día, pero que han marcado la vida de Melissa y la mía: desde la tan esperada llegada de Paula Anaís, el milagro de sanidad de cáncer de mi suegra Letty, la creación del negocio de documentación de software de Melissa y no puede faltar mi dieta que ha tenido como resultado el haber bajado 35 libras :), entre otras.
Hoy puedo mirar hacia atrás y volver a reflexionar sobre la misión de este grupo de jóvenes adultos. No es un club social, no es un lugar de citas para conseguir chicas(os), no es una mini-iglesia. Diría que es más un movimiento de jóvenes que buscan crecer y adquirir herramientas que fortalezcan su carácter, que los motive a tener una relación más estrecha con Dios, que los sane de experiencias pasadas y que los prepare para el momento de formar una familia propia. Durante los 15 años de vida del Ministerio de Jóvenes Adultos son cientos los testimonios de jóvenes que han visto que sus vidas han sido transformadas por los tiempos de enseñanzas que se tienen cada viernes, la conexión con otros jóvenes adultos y la conexión con Dios en adoración.
Doy gracias a Dios por haberme permitido ser parte de este movimiento.
Para más información, oprime aquí para visitar el “Facebook Group” del Ministerio de Jóvenes Adultos.
Durante este año 2008, luego de terminar nuestro tiempo de líderes de jóvenes adultos, han ocurrido muchas cosas maravillosas en nuestra vida que tal vez no podré mencionar ese día, pero que han marcado la vida de Melissa y la mía: desde la tan esperada llegada de Paula Anaís, el milagro de sanidad de cáncer de mi suegra Letty, la creación del negocio de documentación de software de Melissa y no puede faltar mi dieta que ha tenido como resultado el haber bajado 35 libras :), entre otras.
Hoy puedo mirar hacia atrás y volver a reflexionar sobre la misión de este grupo de jóvenes adultos. No es un club social, no es un lugar de citas para conseguir chicas(os), no es una mini-iglesia. Diría que es más un movimiento de jóvenes que buscan crecer y adquirir herramientas que fortalezcan su carácter, que los motive a tener una relación más estrecha con Dios, que los sane de experiencias pasadas y que los prepare para el momento de formar una familia propia. Durante los 15 años de vida del Ministerio de Jóvenes Adultos son cientos los testimonios de jóvenes que han visto que sus vidas han sido transformadas por los tiempos de enseñanzas que se tienen cada viernes, la conexión con otros jóvenes adultos y la conexión con Dios en adoración.
Doy gracias a Dios por haberme permitido ser parte de este movimiento.
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