¿Qué significa para ti el Día de Acción de Gracias? ¿Es el día del Pavo, el día antes del "Black-Friday" o el día de comenzar a romper la dieta que nos pudiera llevar al descontrol alimenticio por los próximos dos meses?
En el sentido histórico, el día de Acción de Gracias está íntimamente relacionado con los primeros eventos de la colonización inglesa en el Nuevo Mundo. En noviembre de 1620, a bordo del Mayflower, desembarcaron en las costas de Massachusetts un grupo de colonizadores cristianos que posteriormente serían conocidos como peregrinos. El fuerte invierno en esas latitudes les tomó por sorpresa sin tener tiempo para prepararse para enfrentar las duras condiciones de frío y escasez de alimentos. Del centenar de peregrinos, la mitad de ellos no sobrevivió. Los que lo lograron, sobrevivieron gracias a la ayuda y alimentos que los nativos de la zona, los indios Wampanoag, les proporcionaron.
En el otoño de 1621, ya establecidos y con la primera cosecha recolectada, los sobrevivientes decidieron compartir sus frutos con los indios que les ayudaron cuando ellos no tenían recursos. El gobernador de la colonia proclamó "un día de dar gracias al Señor para que podamos de una manera más especial regocijarnos después de haber recogido el fruto de nuestro trabajo".
La definición de gratitud es el reconocimiento de un favor o beneficio que se nos ha hecho. De esta historia podemos ver dos dimisiones de lo que es la actitud de gratitud. Dar gracias fortalece nuestras relaciones con otras personas. Nos abre el espacio para reconocer que no vivimos la vida solos, y que las cosas que nos ocurren y por las que estamos dando gracias, son el resultado de la intervención de otras personas.
En segundo lugar, ser agradecido nos permite experimentar la presencia de Dios en cada área de nuestra vida. Hebreos 13:15 nos dice: “nuestra ofrenda a Dios es darle gracias siempre, por medio de Jesucristo, pues hemos dicho que él es nuestro Señor” (BLS). Agradecimiento es darle gracias a Dios por lo que ha hecho por nosotros.
En 1 Tesalonicenses 5:18 dice: “Den gracias a Dios en toda situación, porque esta es su voluntad para ustedes en Cristo Jesús” (NVI). Notemos que el verso no dice dar gracias por nuestras situaciones, por el contrario, dice dar gracias en toda situación. No necesariamente esperamos ser agradecidos por los problemas o las crisis que vienen a nuestra vida, sin embargo, sí debemos estar claros que Dios es soberano y que Él utiliza nuestras circunstancias para transformar nuestro carácter y llevarnos a un nuevo nivel espiritual. Es entonces cuando debemos agradecer constantemente aun mientras pasamos por momentos difíciles. Esto es actitud de gratitud.
Vivimos en un mundo tan individualista, lleno de competencia y de situaciones difíciles que se nos olvida en ocasiones reconocer que nuestras vidas son el resultado de la creación de Dios. Que a pesar que podemos estar pasando por momentos duros, nuestra vida está en las manos de Dios. Demos gracias a Dios por todo lo que nos ha dado: por Su amor hacia nuestras vidas, por nuestra familia, por nuestro trabajo y por todas las experiencias que Él nos ha permitido vivir, incluyendo las buenas y las menos buenas.
Te invito esta semana a comenzar a desarrollar una actitud de gratitud realizando el siguiente ejercicio:
En el sentido histórico, el día de Acción de Gracias está íntimamente relacionado con los primeros eventos de la colonización inglesa en el Nuevo Mundo. En noviembre de 1620, a bordo del Mayflower, desembarcaron en las costas de Massachusetts un grupo de colonizadores cristianos que posteriormente serían conocidos como peregrinos. El fuerte invierno en esas latitudes les tomó por sorpresa sin tener tiempo para prepararse para enfrentar las duras condiciones de frío y escasez de alimentos. Del centenar de peregrinos, la mitad de ellos no sobrevivió. Los que lo lograron, sobrevivieron gracias a la ayuda y alimentos que los nativos de la zona, los indios Wampanoag, les proporcionaron.
En el otoño de 1621, ya establecidos y con la primera cosecha recolectada, los sobrevivientes decidieron compartir sus frutos con los indios que les ayudaron cuando ellos no tenían recursos. El gobernador de la colonia proclamó "un día de dar gracias al Señor para que podamos de una manera más especial regocijarnos después de haber recogido el fruto de nuestro trabajo".
La definición de gratitud es el reconocimiento de un favor o beneficio que se nos ha hecho. De esta historia podemos ver dos dimisiones de lo que es la actitud de gratitud. Dar gracias fortalece nuestras relaciones con otras personas. Nos abre el espacio para reconocer que no vivimos la vida solos, y que las cosas que nos ocurren y por las que estamos dando gracias, son el resultado de la intervención de otras personas.
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En segundo lugar, ser agradecido nos permite experimentar la presencia de Dios en cada área de nuestra vida. Hebreos 13:15 nos dice: “nuestra ofrenda a Dios es darle gracias siempre, por medio de Jesucristo, pues hemos dicho que él es nuestro Señor” (BLS). Agradecimiento es darle gracias a Dios por lo que ha hecho por nosotros.
En 1 Tesalonicenses 5:18 dice: “Den gracias a Dios en toda situación, porque esta es su voluntad para ustedes en Cristo Jesús” (NVI). Notemos que el verso no dice dar gracias por nuestras situaciones, por el contrario, dice dar gracias en toda situación. No necesariamente esperamos ser agradecidos por los problemas o las crisis que vienen a nuestra vida, sin embargo, sí debemos estar claros que Dios es soberano y que Él utiliza nuestras circunstancias para transformar nuestro carácter y llevarnos a un nuevo nivel espiritual. Es entonces cuando debemos agradecer constantemente aun mientras pasamos por momentos difíciles. Esto es actitud de gratitud.
Vivimos en un mundo tan individualista, lleno de competencia y de situaciones difíciles que se nos olvida en ocasiones reconocer que nuestras vidas son el resultado de la creación de Dios. Que a pesar que podemos estar pasando por momentos duros, nuestra vida está en las manos de Dios. Demos gracias a Dios por todo lo que nos ha dado: por Su amor hacia nuestras vidas, por nuestra familia, por nuestro trabajo y por todas las experiencias que Él nos ha permitido vivir, incluyendo las buenas y las menos buenas.
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Te invito esta semana a comenzar a desarrollar una actitud de gratitud realizando el siguiente ejercicio:
- Haz una lista de 5 personas a las que debes agradecer por haberte ayudado, apoyado, aconsejado y/o dado su mano a tu favor. Toma 15 minutos para escribirles un mensaje vía email, llámalos o busca encontrarte personalmente con ellos y diles: “Gracias por tu gesto de amor. Gracias porque lo que hiciste tuvo un impacto significativamente positivo en mi vida”.
- Habla con Dios sobre cada área que encuentras difícil ser agradecido. Sé honesto y abierto con Él. Pregúntale como puede ayudarte a ser agradecido en toda situación. Pídele que cambie tu corazón. Entonces decide ser agradecido en todo momento y comienza a experimentar la presencia de Dios en cada área de tu vida.