El bloque #11 de la Pirámide del Éxito es Habilidad.
[La habilidad es] el conocimiento y la destreza para ejecutar pronta y adecuadamente los fundamentos. Mantente preparado y cubre cada mínimo detalle. –John Wooden
Escuché a un conferenciante decir en una ocasión: “El éxito se paga por adelantado y al contado”. Desarrollar una o varias destrezas hasta un nivel de excelencia requiere tiempo, experiencia y esfuerzo.
Desafortunadamente he visto personas que esperan resultados extraordinarios sin haber tomado los pasos necesarios para alcanzarlos. Clasifico estas personas en tres categorías:
Los fantasiosos
El desarrollo de una destreza o habilidad es mucho más que el simple hecho de conocer cómo hacer propiamente una tarea para lograr lo deseado. Cuántas veces hemos visto personas que saben mucho e incluso fanfarronean de sus conocimientos, pero a la hora de ver sus ejecutorias o resultados no responden a lo que dicen o saben.
Los imitadores
Hemos visto personas que no reconocen propiamente cuál es su propósito en la vida y mucho menos sus habilidades. Son personas que tratan de imitar el resultado de otros con la pequeña variante de que no emplean la cantidad de tiempo y esfuerzo que llevó a esa otra persona al éxito. Estas personas cambian fácilmente de rumbo buscando una nueva fuente de éxito y regularmente terminan frustradas.
Los perezosos
Son aquellos a quienes se les reconoce un gran potencial y que saben que tienen grandes habilidades, pero no dedican el tiempo suficiente para desarrollarlas. Siempre hay algo “mas importante” que se interpone en el camino para lograr el desarrollo pleno de sus habilidades.
Por otro lado, ¿qué características tienen en común las personas habilidosas?
[La habilidad es] el conocimiento y la destreza para ejecutar pronta y adecuadamente los fundamentos. Mantente preparado y cubre cada mínimo detalle. –John Wooden
Escuché a un conferenciante decir en una ocasión: “El éxito se paga por adelantado y al contado”. Desarrollar una o varias destrezas hasta un nivel de excelencia requiere tiempo, experiencia y esfuerzo.
Desafortunadamente he visto personas que esperan resultados extraordinarios sin haber tomado los pasos necesarios para alcanzarlos. Clasifico estas personas en tres categorías:
Los fantasiosos
El desarrollo de una destreza o habilidad es mucho más que el simple hecho de conocer cómo hacer propiamente una tarea para lograr lo deseado. Cuántas veces hemos visto personas que saben mucho e incluso fanfarronean de sus conocimientos, pero a la hora de ver sus ejecutorias o resultados no responden a lo que dicen o saben.
Los imitadores
Hemos visto personas que no reconocen propiamente cuál es su propósito en la vida y mucho menos sus habilidades. Son personas que tratan de imitar el resultado de otros con la pequeña variante de que no emplean la cantidad de tiempo y esfuerzo que llevó a esa otra persona al éxito. Estas personas cambian fácilmente de rumbo buscando una nueva fuente de éxito y regularmente terminan frustradas.
Los perezosos
Son aquellos a quienes se les reconoce un gran potencial y que saben que tienen grandes habilidades, pero no dedican el tiempo suficiente para desarrollarlas. Siempre hay algo “mas importante” que se interpone en el camino para lograr el desarrollo pleno de sus habilidades.
Por otro lado, ¿qué características tienen en común las personas habilidosas?
- Reconocen sus talentos, virtudes y propósito de vida.
- Buscan diariamente crecer y aprender cómo hacer mejor su trabajo.
- Evitan asociarse con personas negativas o pesimistas. Saben que estos estarán cerca aunque no los busquen.
- Tienen un alto sentido del tiempo. Reconocen que una rápida y acertada ejecución es vital para capitalizar las oportunidades que se presentan.
- Saben tomar decisiones rápidas bajo una presión intensa aún en situaciones riesgosas.
- No se conforman con hacer lo básico o el mínimo requerido, sino que hacen más de lo esperado con el objetivo de extender sus fronteras y acercarse cada vez más al éxito.