Un presidente de Estados Unidos paró con su esposa a echar gasolina.
El que atendía la gasolinera era ex novio de la primera dama.
Cuando salieron, el presidente le dijo a su esposa: "Te pusiste a pensar, ¿que habría sido tu vida de haberte casado con él?". "¡Claro!” -dijo ella. “¡Tú venderías gasolina y él sería el Presidente de los Estados Unidos!"
A primera vista pudiéramos pensar que “detrás de cada gran hombre hay un gran mujer” o “lo que hace una mujer de un hombre”.
Sin embargo, prefiero decir que lo que somos y valemos fortalece y hace crecer a las personas a nuestro alrededor y a las relaciones en que decidimos participar (entiéndase matrimonio, familiares, profesionales, negocio, amistad, etc.). Cuando entramos a una relación o a un equipo esperando recibir lo que la otra persona puede darnos, se produce una relación egoísta y, a la postre, terminamos frustrados.
Recientemente, el gran ex jugador de los Chicago Bulls, Scottie Pippen, fue exaltado al Salón de la Fama del Baloncesto. Por muchos años se ha debatido que Michael Jordan no hubiera ganado el campeonato si no hubiera tenido a Pippen a su lado. También existe la teoría de que la grandeza de Jordan fue la que hizo que el resto del equipo creciera. Este dilema tal vez nunca lo llegaremos a comprender. Lo que si puedo concluir es que el valor que cada uno tenía como jugador creó una sinergía y grandeza en todos los miembros del equipo.
No es suficiente tu mera presencia, existencia o incluso los títulos que ostentas, sino tus palabras, pensamientos, emociones, decisiones, acciones, hábitos y tu carácter. Si cada uno de los miembros de una relación se ocupa en traer valor entonces la relación crece. Tenemos una responsabilidad de intencionalmente crecer, educarnos y mantener una vida de integridad y expansión que producirá grande impacto a aquellos en nuestro entorno.
El que atendía la gasolinera era ex novio de la primera dama.
Cuando salieron, el presidente le dijo a su esposa: "Te pusiste a pensar, ¿que habría sido tu vida de haberte casado con él?". "¡Claro!” -dijo ella. “¡Tú venderías gasolina y él sería el Presidente de los Estados Unidos!"
A primera vista pudiéramos pensar que “detrás de cada gran hombre hay un gran mujer” o “lo que hace una mujer de un hombre”.
Sin embargo, prefiero decir que lo que somos y valemos fortalece y hace crecer a las personas a nuestro alrededor y a las relaciones en que decidimos participar (entiéndase matrimonio, familiares, profesionales, negocio, amistad, etc.). Cuando entramos a una relación o a un equipo esperando recibir lo que la otra persona puede darnos, se produce una relación egoísta y, a la postre, terminamos frustrados.
Recientemente, el gran ex jugador de los Chicago Bulls, Scottie Pippen, fue exaltado al Salón de la Fama del Baloncesto. Por muchos años se ha debatido que Michael Jordan no hubiera ganado el campeonato si no hubiera tenido a Pippen a su lado. También existe la teoría de que la grandeza de Jordan fue la que hizo que el resto del equipo creciera. Este dilema tal vez nunca lo llegaremos a comprender. Lo que si puedo concluir es que el valor que cada uno tenía como jugador creó una sinergía y grandeza en todos los miembros del equipo.
No es suficiente tu mera presencia, existencia o incluso los títulos que ostentas, sino tus palabras, pensamientos, emociones, decisiones, acciones, hábitos y tu carácter. Si cada uno de los miembros de una relación se ocupa en traer valor entonces la relación crece. Tenemos una responsabilidad de intencionalmente crecer, educarnos y mantener una vida de integridad y expansión que producirá grande impacto a aquellos en nuestro entorno.