Hace aproximadamente tres años decidí hacer un cambio radical en mi vida. Si bien es cierto que había ignorado o me había acostumbrado al sobrepeso, las veces que había intentado rebajar nunca habían sido con la determinación o dedicación que comenzó ese 1 de marzo de 2008.
¿Para que bajar de peso si me veo bien o por lo menos mi esposa me acepta tal y como soy? Mis razones para bajar de peso fueron más un llamado a mejorar mi salud, aunque debe confesar de que verme sobrepeso no era lo mejor. No, no es asunto de vanidad, sino de cuidado, disciplina y consistencia.
Mis hábitos alimenticios era un desastre. No me gustaba el desayuno y por el estrés del trabajo a veces mi primera comida era a mitad de la tarde. A esa hora trataba de unir lo que no había desayunado con el almuerzo. De más esta decir que la segunda comida era muy tarde en la noche, casi al momento de irme a dormir. El resto es historia.
Había intentado múltiples dietas pero lo más difícil fue mantener esa disciplina y consistencia. Aprendí que cuando uno es enfocado y disciplinado en la meta que desea alcanzar lo imposible se vuelve posible.
Lo mas difícil fue desayunar. Luego que logre hacer del desayuno un hábito, las demás comidas comenzaron a tomar su horario. Luego reduje porciones de comida y los dulces. Aprendí a comer saludable y mas que nada a comer para nutrirme no comer para satisfacer el hambre. El resultado 60 libras menos y, lo mejor, he logrado enfoque y disciplina en otras áreas de mi vida.
A veces autosaboteamos nuestras metas y perdemos de perspectiva que es necesario dedicar tiempo a nosotros mismos, tanto a nuestra salud física, emocional y espiritual. El correcto balance en nuestra vidas es el resultado de dedicar tiempo de calidad a nuestro cuerpo, alma (mente) y espíritu.
A continuación algunos consejos prácticos:

Mis hábitos alimenticios era un desastre. No me gustaba el desayuno y por el estrés del trabajo a veces mi primera comida era a mitad de la tarde. A esa hora trataba de unir lo que no había desayunado con el almuerzo. De más esta decir que la segunda comida era muy tarde en la noche, casi al momento de irme a dormir. El resto es historia.
Había intentado múltiples dietas pero lo más difícil fue mantener esa disciplina y consistencia. Aprendí que cuando uno es enfocado y disciplinado en la meta que desea alcanzar lo imposible se vuelve posible.
Lo mas difícil fue desayunar. Luego que logre hacer del desayuno un hábito, las demás comidas comenzaron a tomar su horario. Luego reduje porciones de comida y los dulces. Aprendí a comer saludable y mas que nada a comer para nutrirme no comer para satisfacer el hambre. El resultado 60 libras menos y, lo mejor, he logrado enfoque y disciplina en otras áreas de mi vida.
A veces autosaboteamos nuestras metas y perdemos de perspectiva que es necesario dedicar tiempo a nosotros mismos, tanto a nuestra salud física, emocional y espiritual. El correcto balance en nuestra vidas es el resultado de dedicar tiempo de calidad a nuestro cuerpo, alma (mente) y espíritu.
A continuación algunos consejos prácticos:
- Salud Física – dedica tiempo diario para hacer ejercicio cardiovascular. Además es importante que aprendas a nutrirte correctamente.
- Salud Mental – separa un tiempo para leer un buen libro que despierte en ti el deseo de alcanzar nuevas metas y que expanda tu mente.
- Salud Espiritual – Dice la Biblia en Mateo 6:33: “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”. Es esencial separar un tiempo diario a conectarte con Dios. Él será tu fuerte de sabiduría y paz para un nuevo caminar.