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La fórmula del amor

En la pasado sábado fuimos invitados, Melissa y yo, a evaluar cuatro presentaciones de una clase de finanzas en la Universidad del Este en Carolina, Puerto Rico. Los estudiantes debían presentar su análisis de estados financieros y de mercado, con la esperanza de persuadirnos a invertir $1 millón en la compañía que estaban representando. La experiencia fue muy enriquecedora, tanto en el ámbito educativo como en la dinámica que se desarrolló durante la clase. Solo para aclarar no tengo $1 millón para invertir. Fue solo una simulación de la clase. ☺

Sin embargo, me llamó la atención el concepto de ROI (Return of Investment/Retorno de Inversion) y ROE (Return of Equity). Ambos indicadores utilizados para medir la rentabilidad de los activos de la empresa.

El ROI es un valor que mide el rendimiento de una inversión, para evaluar qué tan eficiente es el gasto que estamos haciendo o que planeamos realizar. Por otro lado, el retorno de capital (ROE) mide cuánto ha ganado una compañía en comparación con la inversión del accionista. Es decir, las ganancias que la compañía hace con el dinero del accionista. Este indicador nos muestra si la compañía esta invirtiendo su dinero eficientemente.

Conversábamos con José Medina, profesor de la clase de finanzas, que una de las claves del ROI es no enfocarnos en la ganancia esperada sino en cuanto estamos dispuesto a dejar de ganar de la inversión que esperamos realizar.  Perdemos de vista los riesgos asociados a la inversión cuando nos enfocamos solo en la ganancia y este principio se aplica a muchas áreas de nuestra vida incluyendo nuestras relaciones.

Por ejemplo, en las parejas de novios uno de los errores más comunes es que estos deciden casarse bajo las expectativas únicamente de ganancias esperadas sin haber realizado un análisis sincero y claro de la relación de noviazgo. Cuando hablo de ganancias esperadas en las relaciones de parejas me refiero a expectativas e ilusiones que esperamos que ocurran en la relación matrimonial. Cuando no hemos realizado este análisis podemos encontrarnos con sorpresas que pueden desilusionarnos y son muy difíciles de trabajar. Pongamos un ejemplo: si la comunicación en el noviazgo es pobre en el cual no se pueden manejar las diferencias con apertura o respeto entonces pretender que al momento de casarse las cosas va a cambiar es ser irrealista y no haber hecho caso a las señales que pudieron darse en el noviazgo. Creo que toda persona puede cambiar para bien pero también creo que el momento del noviazgo es una de las mas increíbles etapas para trabajar las bases de lo que será la relación matrimonial.

Es por eso que te presento una formula, no perfecta, que pudiera ser un indicador o guía de tu relación. En el futuro espero explicarla con más detalles. La he llamado ROL (Return on Love) o el retorno de amor.

ROL (Return on Love) = (tus debilidades x las fortalezas de tu pareja) + (tus fortalezas x las debilidades de tu pareja) + comunicación + respeto + sinceridad + fé en Dios + integridad – egoísmo – hipocresía

Te invito a repasar 1 Corintios 13. Es una buena escritura para entender nuestro ROL.

¿Qué harías si estuvieras viviendo los últimos 30 días de tu vida? Hoy es el día 20 del conteo regresivo: día de revisar mi ROL en mis relaciones interpersonales.

Pregunta: ¿Qué otra situación pudiera ocurrir en los noviazgos que no son atendidas correctamente antes de llegar al matrimonio? Escribe tu comentario oprimiendo el siguiente enlace.

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