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Fui a resolver un problema y salí con otro

Hoy en una visita, junto a Melissa, hacia las facilidades de uno de mis clientes, vimos una larga fila de autos estacionados en una zona prohibida. Desafortunamente todos los carros tenían un multa o infracción de tránsito en su parabrisas; excepto un carro en el medio de la fila. Este auto estaba encendido y un anciano en su interior. Como buenos samaritanos le advertimos que si se estacionaba en ese lugar con toda probabilidad terminaría con una multa cuando la Policía volviera a dar la ronda. Lo que me llamó la atención fue la triste respuesta del anciano: “...gracias por la sugerencia pero ya me dieron el boleto, fui a resolver un problema y salí con otro”.

Su respuesta me impactó. Cuántas veces nos encontramos en situaciones similares, en momentos que intentamos resolver un problema pero se nos complica el escenario con otro nuevo problema que pudiera aparenta ser aun más complejo. Sentimos una sensación de que estamos cuesta abajo, como si fuera una bola de nieve que aun no ha llegado al final de la montaña.

Te comparto cinco estrategias que pueden desacelerar esa molestosa bola de nieve de problemas:
  1. Toma una corta pausa antes de comenzar la búsqueda a la solución del problema. Es normal que sientas un poco de coraje y frustración pero estos estados no deben ser quienes te dirijan a buscar la solución sino el anhelo de encontrar una respuesta que permita a todas las partes moverse hacia delante.
  2. Se humilde en reconoce tu error. Obtendrás menos resistencia (en tu interior y en las demás personas involucradas) cuando te enfocas en buscar la solución y no el culpar a otros del problema. Hay un dicho que dice: “La culpa es huérfana” pero esta frase no es cierta, la realidad es que casi nadie quiere cargar con esa negativa emoción de reconocer su responsabilidad .
  3. Muévete fuera del molde. Busca formas innovadoras y creativas de solucionar el problema principal. Puedes recurrir al consejo de un amigo que analice la situación desde una perspectiva diferente. Debes estar preparado emocionalmente para escuchar una respuesta que no valide tu posición.
  4. Estudia los efectos y consecuencias de cada una de las posibles soluciones. Evita tomar la ruta corta solo porque es la más sencilla.
  5. Piensa positivo. Lo peor que puedes hacer es buscar soluciones declarando que todo va a salir mal y que no lo vas a lograr. Es como ponerte un bulto de 500 libras en la espalda y tratar de escalar el Monte Everest.
Los problemas son situaciones que nos enseñan que hay una solución que aún no ha sido encontrada. Henry Ford dijo: “Más personas gastan su tiempo y energía divagando alrededor del problema en vez de resolverlo.”

Un conquistador es uno que se convierte en un experto en buscar soluciones y no en resaltar los problemas. Aprende de ellos pero muévete a la solución rápidamente.

Hoy te invito a que apliques estas estrategias y procures compartirlas con tres amigos en los próximos 4 días. Escríbeme tu experiencia.

¡Buen fin de semana!

Pregunta:
¿Cuál crees, de estos 5 pasos, es el más difícil a la hora de solucionar un problema? ¿Qué otras estrategias añadirías?

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