
Tal y como surge con nuestra dentadura en la infancia ocurre con nuestra vida. Algunas cosas deberán desprenderse para que un nuevo hábito, sueño o una cualidad mucho más fuerte pueda surgir. Nuestra resistencia a este proceso de cambio atrofiará nuestro destino. Me encantaría decirte que el proceso será corto, pero las cosas no funcionan de esa manera. La mayor diferencia entre mudar la dentadura de leche y el cambio radical de viejos hábitos, ideas o actitudes es que este último no es cronológico, sino el resultado de transformar nuestra manera de pensar para alinearla con la Palabra de Dios, sus promesas y la acción deliberada.
Sueños + Fe y Creencias + Acción = Resultados
“Tampoco se echa vino nuevo en recipientes de cuero viejo; porque al fermentar el vino nuevo hace que el cuero viejo se reviente. Así el vino nuevo se pierde, y los recipientes también. Por eso hay que echar vino nuevo en recipientes nuevos.” Marcos 2:22 (NTV)Para que nazca en ti un nuevo hábito, sueño o cualidad debes tener la determinación de desaprender viejos estilos, creencias distorsionadas y rendir hábitos dañinos. Este momento será el comienzo para conquistar tu destino. ¿Estás listo para comenzar hoy?